Empresarios conspiran contra el pueblo
La empresa privada financió seis millones de lempiras para desarticular la fuerza del movimiento de masas en Honduras.
Tegucigalpa. Fuentes de entero crédito que por razones de seguridad no son reveladas, aseguran que en los próximos días se pondrá en marcha un plan del gobierno golpista para incrementar la represión al movimiento popular.
Parte de la estrategia de la ultraderecha de este país consiste en el entrenamiento de 120 sicarios, a quienes se les adiestra todos los días a partir de las tres de la madrugada en la casa del coronel retirado Amílcar Zelaya, situada en la aldea de Amarateca a unos 25 minutos de Tegucigalpa.
La residencia de este ex militar fue conocida en la década de los ochentas por ser un centro de tortura.
Los sicarios negociaron un convenio salarial de 14 mil lempiras mensuales (744 dólares). Este salario es parte del financiamiento de seis millones de lempiras (319,148 dólares) que proporcionó la empresa privada de Honduras para desarticular la fuerza del movimiento popular.
Entre los principales objetivos de la derecha fascista liderada por Micheletti es el asesinato de la dirigencia sindical de secundaria, Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y otras organizaciones que apoyan el reintegro del presidente de la República Manuel Zelaya.
Como parte de esta conspiración se tiene planeado un auto atentado contra Roberto Micheletti con el propósito de justificar el golpe de Estado y ejecutar medidas más arbitrarias hacia los manifestantes.
Una fuerte introducción de infiltrados dentro de las manifestaciones cuyo distintivo es el de un periodista o camarógrafo que viste chalecos color kaki es parte de este contexto conspirador.
La fuente afirmó que la reciente ruptura del dialogo de parte de la comisión que representa a Micheletti en Costa Rica representa el inicio del complot contra el pueblo.
La empresa privada financió seis millones de lempiras para desarticular la fuerza del movimiento de masas en Honduras.
Tegucigalpa. Fuentes de entero crédito que por razones de seguridad no son reveladas, aseguran que en los próximos días se pondrá en marcha un plan del gobierno golpista para incrementar la represión al movimiento popular.
Parte de la estrategia de la ultraderecha de este país consiste en el entrenamiento de 120 sicarios, a quienes se les adiestra todos los días a partir de las tres de la madrugada en la casa del coronel retirado Amílcar Zelaya, situada en la aldea de Amarateca a unos 25 minutos de Tegucigalpa.
La residencia de este ex militar fue conocida en la década de los ochentas por ser un centro de tortura.
Los sicarios negociaron un convenio salarial de 14 mil lempiras mensuales (744 dólares). Este salario es parte del financiamiento de seis millones de lempiras (319,148 dólares) que proporcionó la empresa privada de Honduras para desarticular la fuerza del movimiento popular.
Entre los principales objetivos de la derecha fascista liderada por Micheletti es el asesinato de la dirigencia sindical de secundaria, Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y otras organizaciones que apoyan el reintegro del presidente de la República Manuel Zelaya.
Como parte de esta conspiración se tiene planeado un auto atentado contra Roberto Micheletti con el propósito de justificar el golpe de Estado y ejecutar medidas más arbitrarias hacia los manifestantes.
Una fuerte introducción de infiltrados dentro de las manifestaciones cuyo distintivo es el de un periodista o camarógrafo que viste chalecos color kaki es parte de este contexto conspirador.
La fuente afirmó que la reciente ruptura del dialogo de parte de la comisión que representa a Micheletti en Costa Rica representa el inicio del complot contra el pueblo.
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